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“Air-e solo pagó $28.000 millones y no hizo las inversiones que prometió”: Quiroga

Dagoberto Quiroga Collazos, hasta esta semana, superintendente de Servicios Públicos Domiciliarios. © / Archivo Superservicios

Alianza Informativa El Espectador  / Natalia Herrera

En diálogo con El Espectador, el superintendente de Servicios Públicos, Dagoberto Quiroga, confirma que va en el cargo hasta esta semana, cuenta que se enteró quién será su reemplazo porque le pidió una reunión de empalme y da más detalles sobre las “jugaditas” y presiones de la empresa Air-e que marcaron su salida.

El Espectador conoció que, definitivamente, sale del cargo. ¿Qué sensación tiene?

Primero, siento satisfacción de haber hecho una labor importante. Le dimos una nueva concepción al trabajo de la Superintendencia de Servicios Públicos. Cuando llegué mi percepción era que esta entidad era una oficina de quejas y reclamos y que estaba cooptada por las empresas prestadoras de servicios públicos, así como considero que están las comisiones reguladoras, como la Creg.

¿Ganó o perdió la batalla antes de salir de la entidad?

Pues yo creo que ganamos porque avanzamos en regular, por ejemplo, se puso un precio techo, ya no se puede poner el precio más alto, sino por tecnología. No se puede ofrecer un kilovatio por encima del más alto, que es el térmico. Porque esto afecta al usuario, indiscutiblemente.

¿Qué encontraron en la hidroeléctrica Urrá?

Que esta empresa estatal estaba vendiendo a intermediarios a $200 el kilovatio-hora, pero esos intermediarios lo vendían a los comercializadores o distribuidores a $600, entonces ahí empezaba a elevarse el precio. Lo mismo está hoy pasando con el gas. Hay mucha intermediación.

Algunos comercializadores independientes de energía están preocupados porque sienten que el Gobierno los está atacando y ellos atienden a cerca de 100.000 usuarios de todas las regiones del país, dicen que tienen tarifas incluso más eficientes que algunas distribuidoras, prestan un buen servicio y generan empleo… ¿Es cierto que el Gobierno los quiere sacar del mercado?

No. De hecho, lo que buscamos es flexibilizar ciertas condiciones para que las comercializadoras y distribuidoras tengan más facilidades y accesibilidad a los contratos de energía.

¿Entonces a quiénes se refiere?

A quienes hay que sacar es a los intermediarios que no generan, no distribuyen y no comercializan energía, solo sacan lucro. Por ejemplo, XM nos advirtió que había 30 empresas que habían manifestado la intención de terminar los contratos de venta de energía a Air-e por la situación crítica que venía pasando la empresa y porque les debía dinero. Cuando intervenimos la empresa, de hecho, ya 16 empresas habían terminado los contratos de suministro de energía.

Cuando empezamos a analizar estas empresas, encontramos que no eran realmente ni generadoras, ni distribuidores, ni comercializadores, sino que eran intermediarios en el mercado de la venta de energía. Intermediarios que compran energía a largo plazo y venden después a precios más elevados. Y con eso lo que hacen es subir los precios de la energía. Esos actores no deberían existir en el mercado.

Volvamos al florero de Llorente, ¿es cierto que su salida estuvo marcada por la intervención de Air-e?

Sí, el problema con Air-e empezó cuando empezamos a averiguar por los contratos que firmó Electricaribe con Air-e y Afinia. Queríamos entender los compromisos que se habían adquirido por parte de estas dos empresas cuando adquirieron las acciones de esa empresa que se liquidó.

¿Y qué pasó?

Entonces nosotros empezamos a averiguar, cómo fueron esos contratos y cuando los pedimos nos dijeron que eran confidenciales. Pero nos dimos a la tarea y los conseguimos y encontramos verdades que no se conocían. Por ejemplo, que las acciones de Electricaribe se habían vendido a Afinia por $31.000 millones y a Air-e por $28.000 millones. Un regalo. Por eso, ellos se comprometieron a hacer inversiones importantes en las redes.

Recientemente, preguntado por este aspecto, en respuesta a un cuestionario a El Espectador, el grupo empresarial de Alberto Ríos Velilla, que compró Air-e, aseguró que habían comprado las acciones por $282.000 millones de pesos, tres mil menos de lo que se contó en su momento, ¿usted está diciendo que esa cifra no es real, porque conoció los contratos?

Sí, esa cifra no es real y eso no es cierto. Tengo los contratos.

En su momento, cuando dijeron que estaban pagando $285 mil millones, desde la oposición al gobierno de Iván Duque se denunció que este era un activo que valía $2,76 billones y esa cifra que trascendió solo representaba el 10% de su valor, pero ahora usted dice que solo fueron $28.000 …

Sí, pero además esa venta la hicieron en pandemia, entonces, ellos alegaron posteriormente que de cualquier forma habían hecho un contrato a pérdida porque en este periodo no pudieron recaudar lo pensado y, por esto, el Estado los indemnizó con un billón a cada uno, aproximadamente.

Nosotros empezamos a averiguar por las inversiones y encontramos que ellos se habían comprometido a invertir $5.3 billones. Pero cuando presentaron a la Creg los proyectos de inversión entre ambos, esta entidad les rebajó las inversiones a 3.1 billones.

¿Por qué?

No hemos encontrado explicación.

Y de lo aprobado, ¿sí se realizaron los planes de inversión?

Se hicieron algunas inversiones, pero no ajustadas al compromiso. Cuando empezamos a preguntar por esos temas, Air-e empieza a decir que nosotros los estábamos persiguiendo.

Después se conoce el capítulo de Interaseo, del grupo de William Vélez, ¿no es así?

Sí, Interaseo, que también es un monopolio del aseo que comete abusos con los usuarios.

¿Cuál es su versión de ese capítulo?

Lo que pasó aquí es que Air-e venía recaudando la tarifa de aseo en la factura de energía, por un convenio que ellos habían hecho. Interaseo se quejó ante la superintendencia diciendo que la plata que recaudaba Air-e por este concepto no se la entregaba a Interaseo y que por esos ellos no le iban a pagar a los recicladores, que si Air-e no les cumplía con ese pago ellos tampoco iban a cumplir. Entonces, nosotros les hicimos un llamado a estas dos empresas diciéndoles que están poniendo en riesgo la prestación de un servicio de aseo. Les dijimos que vinieran a la oficina para buscar una salida a ese conflicto. Lo mismo que buscamos hacer cuando nos dijeron, por ejemplo, que el recaudo de alumbrado público tampoco se le estaba consignando a los municipios…

Por eso Air-e consideró que queríamos favorecer a William Vélez…

¿Es cierto que ustedes enviaron un concepto a la Creg para que autorizara la intervención de Airé, antes de que ellos pidieran ser intervenidos?

Sí. Ese concepto se filtró y por eso ellos pidieron la intervención. Lo solicitamos porque ellos venían adelantando unas “jugaditas” para tomar algunas decisiones frente a la eventual intervención.

¿Cuáles jugaditas?

Por ejemplo, mi recusación. El doctor Ramiro Bejarano había enviado un derecho de petición, preguntándome que cuántas veces yo me había reunido con William Vélez. Y me manifestaron que habían puesto unas denuncias. Si uno denuncia a la persona que lo está investigando, pues posiblemente luego puede decir que lo recusa porque hay enemistad o algo…

¿Cree que había algún fundamento para pensar que usted los perseguía?

No, para mí eran imaginaciones, tanto que argumentaban cosas del estilo: “se dice en los pasillos que usted atiende a William Vélez”… Y pues la verdad es que solo una vez atendí una vez y nunca solo, siempre con su equipo asesor.

¿Qué pasó con la recusación?

Pasó a Presidencia de la República porque yo la negué. Y ellos fueron a allá a presentar esta grabación y a pedir que yo no conociera nada de Air-e, por no ser garante, supuestamente.

¿Pidieron su cabeza en ese espacio?

Sí, seguramente. Llevaron la grabación que yo ni sabía que habían grabado. Pero la petición de recusación también la evaluó Planeación, y tampoco encontraron mérito.

¿Qué pasó después?

Pasó que se vino la intervención de Air-e y que, seguramente, ellos pensaron que yo iba a poner un agente interventor de su simpatía. Yo recibí varios nombres, incluso que llegaron de Presidencia, pero decidí poner mi candidato de forma provisional, alguien de mi confianza que conociera el sector. Y ahí se vinieron más presiones…

¿Es cuando le aceptan la renuncia?

Yo le había dicho al presidente: le voy a presentar mi renuncia para que evalúe si está contento con mi gestión, aquí en confianza. Y eso había sido una conversación privada, entre los dos, por teléfono, y por WhatsApp le envié la renuncia. Eso pasó en enero, mucho antes del Foro Internacional de Servicios Públicos, que era un foro importante para el sector. Ese día, cuando estaba en plena instalación, fue que se regó la noticia de mi renuncia.

Imagino que lo recibió como un golpe inesperado…

Sí, claro. Yo pensé, algo pasó, porque el Presidente no me ha dicho nada. Después se regó la noticia del audio de esa reunión, tergiversando ese espacio en el que no estuve, como si yo estuviera negociando con Vélez.

Toda la atención se la llevó eso y no el evento internacional…

Claro, se destacó fue la noticia de mi renuncia, ahí hubo un saboteo terrible. Eso le dije al Presidente, que había una conspiración detrás.

Han pasado tres semanas antes de que usted le contara al país en esta entrevista que sí se va… ¿Qué pasó en este tiempo?

Pues, no pude hablar con el Presidente, y un día me di cuenta de que ya habían escogido mi reemplazo, porque publicaron su hoja de vida en Función Pública.

¿Quién va a ser su reemplazo?

Yanod Márquez Aldana.

¿Lo conocía?

Lo conocí en algún momento cuando defendí al Presidente en procesos que tenían que ver con las tarifas de Transmilenio, cuando era alcalde, Márquez fue a explicarme algunas situaciones para unos memoriales que estaba escribiendo.

Es decir, el Presidente nunca le dijo que no seguía…

No, me enteré porque Márquez me pidió reunión para el empalme. Obviamente, siento que aunque no es culpa del Presidente, es lamentable, porque las presiones buscaban que el superintendente no tuviera nada que ver con el ejercicio de inspección, vigilancia y control, en especial con Air-e y pues yo sí alcancé a decirle: si quieren un súper solo para Air-e mejor nombren otro superintendente. Y eso fue lo que pasó.

¿Hasta cuándo va en el cargo?

Esta semana. Ya estoy haciendo planes para saber a qué me voy a dedicar.

¿Qué va a hacer?

Yo tengo mi oficina de abogados, pero también fui impulsor del Partido Colombia Humana desde su Asamblea Fundacional y ahora quiero seguir contribuyendo en su fortalecimiento y en la organización de las elecciones de 2026.

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